Marko Marin siempre fue un jugador habilidoso, desequilibrante con el balón. Pero hubo un momento en su carrera en el que su interruptor se apagó… cuando decidió fichar por un Chelsea que nunca contó con él.
Marko Marin fue el primer gran prototipo del jugador alemán que conocemos hoy. Los Götze, Draxler, Reus, Schürrle, Brandt. Y es que en ese cambio generacional y de estilo de los germanos por buscar jugadores desequilibrantes, pequeños, regateadores y descarados, Marin era el abanderado y elegido, incluso pese a ser coetáneo de Özil. Fue nombrado mejor jugador del país U17 y U18.
La banda izquierda era su reino y su facilidad para salir por cualquier costado un peligro. Por eso, con apenas 19 años, Marin debutó con la selección absoluta de Alemania, justo antes de ser el héroe de la U21 en el Europeo de 2009. Borussia Mönchengladbach y Werder Bremen disfrutaron de su fútbol hasta que el 28 de abril de 2012 el Chelsea lo fichó por 8 millones de euros. Fue la envidia del mercado.
Firmó un contrato de cinco años y heredó la camiseta ’21’ de Salomon Kalou. A Marin lo fichó Roberto Di Matteo, poco después de reemplazar a André Villas-Boas en el banquillo de Stamford Bridge. Pero nunca terminó de conquistar su sitio.
Marin impresionó en los partidos de pretemporada del Chelsea y parecía que sería un jugador clave para la temporada 2012/13. Sin embargo, una lesión en el tendón arruinó todo, al igual que la salida de Di Matteo, quien fue reemplazado por Rafa Benítez.
Anotó un solo gol con la camiseta del conjunto londinense. Ocurrió en la victoria (4-1) vs. Wigan, en febrero de 2013. Tras seis partidos en Premier League con el Chelsea, Marko se fue para no volver. Cesiones en Sevilla, Anderlecht, Fiorentina o Trabzonspor que no tuvieron éxito. Y es que parece que bajo contrato con los de Londres, el chico había perdido sus poderes.
Igualmente, Marin dejó en claro que no se arrepiente de haberse mudado a Stamford Bridge. En declaraciones a Goal, en 2016, el alemán habló de su breve paso por la Premier League:
Fui allí con la esperanza de jugar y comencé muy bien en la pretemporada, luego sufrí una lesión importante y fue difícil volver al equipo. Tal vez no tuve suficientes oportunidades de jugar en un par de partidos para mostrar mis cualidades, pero el Chelsea siempre tiene muy buenos jugadores y es difícil jugar. Cuando estuve cedido, hablaba por Skype con el club una vez al mes. Después de cada partido me mandaban análisis. Chelsea hizo un gran trabajo con todos los jugadores cedidos en este grupo gracias a Paulo Ferreira y Eddie Newton, quienes se mantienen en contacto con los jugadores.
Obviamente, dejó de ir con la selección, perdió su sitio en cada equipo al que fue y pasó de ser una promesa y un jugador diferencial a un juguete roto.
Marin terminó contrato con el Chelsea y se marchó al Olympiacos, donde ha recuperado, en gran parte, su buen nivel.
Pero ya nunca volverá a ser el mismo.
👨💻 Juani Guillem
🗓️ (02/02/2018)
BRITmanía Radio
